lunes, 31 de octubre de 2011

Danica ¿Esperanza o Desesperación?

Mucho se habla en los medios de comunicación del nacimiento del habitante 7 mil millones en el planeta, varios países y ciudades lo han conmemorado de diferentes formas, pero fue Danica, una niña filipina, la seleccionada para ser reconocida con este ¿honroso galardón?

Y, cuestiono el título de ser el habitante 7 mil millones, porque es sabido que Adnan, el niño serbio al que se le adjudicó el título 6 mil millones hace 12 años, hoy vive casi en la total pobreza, su madre está enferma y su padre desempleado.

Lejos de las celebraciones, el saber que llegamos a tal cantidad de habitantes en el orbe lanza un sinnúmero de retos, los cuales, deben ser visualizados y enfrentados con inmediatez. ¿Qué calidad de vida tendrán? ¿Qué atención de salud les espera? ¿Dónde trabajarán? entre muchas otras interrogantes que se podrían plantear.

Haciendo referencia no sólo a los que están por venir, sino a los que ya formamos parte de esa cuantiosa cifra. Según las estimaciones de UNFPA, para 2050 se llegará a la cantidad de 9,300 millones de habitantes. Por lo que, según las perspectivas, seguiremos creciendo, aunque en un ritmo más lento.

El problema no es que veamos la forma de ser menos, sino el que encontremos la forma de asegurar el bienestar de los que habitamos el planeta, cerciorándonos que éste no se deteriore con la sobrepoblación, lo cual, ya de facto implica un desgaste.

El bienestar es algo que parece inalcanzable, más en un mundo polarizado económicamente: naciones ricas y pobres, familias poderosas y otras muchas numerosas y hambrientas, individuos multimillonarios frente a miles de desempleados.

En 2011, el bienestar es un concepto en desuso ante la coyuntura mundial de crisis económica. Los gobiernos de los países industrializados parecen optar por el rescate de sus instituciones financieras a costa de lo que sea, a costa incluso, de las ayudas sociales que brindan bienestar en las sociedades.

¿Son estas las medidas correctas para atender el boom demográfico que ya nos ha alcanzado? Las protestas y movimientos de indignados en todo el mundo nos dicen que no, pues a la gente muy poco le benefician estos drásticos recortes al gasto social, que no hacen más que mermar en su calidad de vida.

Aunque el movimiento de indignados parece tambalearse entre la aceptación y el rechazo, poco a poco se integran más adeptos, no se debe olvidar que estos movimientos ya han tenidos claros resultados con la Primavera árabe.

miércoles, 31 de agosto de 2011

60 años de la OIM.

El día de hoy aparece en el prestigiado diario The New York Times [1], una nota resaltando la importancia de las organizaciones internacionales que atienden el fenómeno de la migración desde distintas aristas. Un ejemplo a destacar, es la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cuyo mandato es exclusivo de los temas migratorios, y se ha ido plegando a las necesidades que este fenómeno global demanda en diferentes partes del mundo.

La OIM, es una organización intergubernamental, es decir, surge de la iniciativa y conveniencia de los gobiernos; se creó en 1951 y desde entonces ha colaborado muy de cerca con algunas otras agencias de la ONU, como PNUD, ACNUR, UNFAP; incluso, contantemente se agrega dentro de las agencias onusianas, lo cual es un error.

Pues, si bien es cierto que la OIM, podría asemejarse a las agencias de la ONU, ésta tiene una raíz distinta, ya que no surge del seno del acuerdo ONU y sí, como iniciativa de un grupo de países, ¿Cuáles? los más poderosos, los más ricos y a los que más les afecta el fenómeno migratorio internacional; llegando al acuerdo de financiar la OIM.

Esto propició que desde sus inicios, la organización corriera el riesgo de guiarse por ciertos intereses, los que no necesariamente parecían en beneficio de las migraciones.

Sin embargo, se debe reconocer que la OIM, es la única organización internacional que ha logrado tener presencia global en este tema, tejiendo alianzas cada vez con más gobiernos, otras organizaciones e incluso con actores privados que financian proyectos en materia migratoria.

Al día de hoy, la OIM cuanta con 132 Estados miembros y 97 observadores, es decir, más que los 193 miembros de ONU. Cuenta con alrededor de 400 representaciones en todo el mundo y una platilla de 7,300 trabajadores. [2]

En México, se inauguró la representación de la OIM en 2005, y en tan sólo 6 años, se cuenta ya con oficinas en San Cristóbal de las Casas, Chis. Y Ciudad Juárez, Chih. Próximamente, se tienen planes de abrir una oficina más en León, Guanajuato (entidad con mayor expulsión de migrantes en el país).[3]

Todo este capital, no merece para nada el descrédito, ya que a través de diversos proyectos migratorios la OIM coadyuva a la gestión de las migraciones en todo el mundo y como se puede ver también en México.

Si en nuestro país, el tema migratorio está en la mesa de discusión y en algunos casos (aunque los menos) de acción, fortalecer alianzas con una organización de semejante experiticia migratoria es básico, pues sin duda aportará una más eficiente atención de la migración internacional.



[1] http://www.nytimes.com/2011/08/31/world/asia/31migrate.html?ref=world

[2] http://www.60years.iom.int/index.php

[3] http://www.oim.org.mx/index.php?acc=BreveH

lunes, 15 de agosto de 2011

La migración de sonorenses a California (1848-1856)

    En octubre de 1848, mineros de Sonora, México, comenzaron a emigrar en una cantidad considerable a las minas del sur de California, empezando lo que sería la gran migración de sonorenses de 1848-1856. El éxodo de 1848 recibió ímpetus mediante el descubrimiento de oro en California, atrayendo a mineros de diferentes partes del mundo, entre los que se encontraban mineros de Sonora. En la primera caravana de sonorenes, los mineros que contaban o no con capital y ayuda, dejaron Hermosillo. Los periódicos mexicanos informaban de los descubrimientos, y las noticias llegaban hasta Sonora mediante cartas y de boca en boca.
    Aunque la migración comenzó lentamente, pronto llegó a proporciones de estampida. Se estimó que en enero de 1849, más de 3,000 sonorenses habían llegado y se esperaba a más de 20,000 para abril o mayo. Aunque hay quienes dicen que estas estimaciones fueron excesivas.



Construcciones mineras de la Compañía de
Productos Lime de los Estados Unidos
  
     Hasta agosto de 1849, cerca de ocho meses, muchos de los sonorenses, llamados "goldseekers" (buscadores de oro) viajaron al norte, llevando a sus familias con ellos. Para protegerse de los indios en su ruta, iban en caravanas de grupos de 30, 40 ó 60, como regla general. La población en Sonora comenzó a disminuir, incluso se habla que en mayo de 1849, algunos pueblos de no tenían adultos varones suficientes que residieran ahí para ocupar las vacntes de las oficinas municipales.
   Aún y cuando se requerían pasaportes para salir, pero muchos no obedecían esta regla. Se habla de que 10,000 sonorenses  emigraron, aunque hay que considerar que los americanos tendían a agrupar a todos los inmigrantes hispanhablantes (españoles, peruanos, chilenos, mexicanos, e incluso nativos de California).
    Muchos sonorenses regresaron a México a finales de 1849, ya que las condiciones en California eran malas, había ataques frecuentes y fricción ente los mineros americanos y los mineros extranjeros, lo que hacía las condiciones de vida en las minas incómoda e incluso peligrosa, especialmene para los hispanohablantes. Se acusaba a los sonorenses y a otros mexicanos de estar excavando el oro para llevárselo a su país, robando a los americanos de lo que les era suyo por derecho.
   Hubo muchas razones para que los sonorenses volvieran: los que no encontraron mucho oro, los que perdieron sus bienes en juegos de apuestas, los que temían al rigor del invierno de California, todos ellos regresaron. A su regreso a México, ya fuera con o sin oro, se enfrentaron a serios problemas. Los que no tenían fondos, tenían que regresar a México sin ayuda del gobierno, aún y cuando éste se las había prometido con anterioridad.
Los sonorenses no eran populares en las minas californianas  porque no sólo se encontraban en todas partes, sino que hacían todo: excavar, vender oro y herramientas, ofrecían buena competencia tanto vendiendo mercancía como en el trabajo de las minas. Por ello las minas se iban llenando cada vez más y se volvía difícil encontrar oro fácilmente. Fue entonces que otros extranjeros estaban comenzando a atacar a los hispanohablantes (irlandeses, ingleses, australianos y alemanes, aún y cuando estos no hablaran bien el inglés).
A partir de 1852 la antiptía crecía hacia los chinos en las minas, entonces la discriminación comenzó a dirigirse hacia ellos en lugar de hacia los hispanohablantes.



Fuente:
Colette, M. (1996). The Sonoran Migration to California, 1848-1856: A Study in Prejudice. En: D. Gutiérrez (Ed.). Between Two Worlds. Mexican Immigrants in the United States. Estados Unidos de América: Jaguar Books. pp. 3-21

domingo, 31 de julio de 2011

Llegó la hora del escrutinio internacional: visita de la CIDH a México

En diversos medios de comunicación ha estado circulando la noticia de que el Relator Especial de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares de la Organización de Estados Americanos (OEA) está en México, en una visita oficial por invitación del gobierno de esta República, que permitirá conocer la situación de los inmigrantes en México. [1]Pero ¿De dónde surge esta Relatoría? ¿Qué consecuencias genera esta visita? Las respuestas a estas cuestiones las trataré de desglosar en las siguientes líneas.



Primero que nada, vale la pena situarse en el Sistema Regional de Protección de los Derechos Humanos, el cual está estructurado dentro de la OEA, por sus dos principales órganos: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Corte (CoIDH) correspondiente.



La CIDH a su vez está compuesta por diversas relatorías, que se encargan de darle seguimiento puntual a temas de derechos humanos, dentro de éstos, el de los migrantes. La Relatoría Especial para los Trabajadores Migratorios y Miembros de sus familias, surge en 1997, para atender estos tópicos.



La cabeza de esta Relatoría (el Relator) es uno de los siete comisionados de la CIDH, actualmente es el chileno Felipe González, que cuenta para cumplir sus funciones, con dos asesores externos y un abogado de la Secretaría de Ejecutiva de la OEA.



Para el funcionamiento de la Relatoría, no se cuentan con fondos económicos propios, estos tienen que ser otorgados por los países miembros de la OEA interesados en el funcionamiento de este mecanismo. México ha sido, decididamente uno de los países que más ha aportado para continuar con la Relatoría. [2]



Es interesante analizar, que el decidido apoyo a este mecanismo de protección, se debe a que México es predominantemente un país expulsor de migración hacia otro país miembros de la OEA, Estados Unidos, con el cual se requieren tener diferentes instrumentos para promocionar y proteger los derechos humanos de los migrantes. Sin embargo, en esta visita, es flagrante el objeto de conocer la situación de los inmigrantes en el país, ahora colocando a México bajo la lupa, en lo concerniente a la salvaguarda de los derechos humanos de los extranjeros en el país.



En el Mandato que instituye a la Relatoría, se especifica que el Relator, tiene dentro de sus funciones destacadas, la realización de informes y estudios especializados en la materia, elaborados a través de visitas que se ejecuten en coordinación con los países escrutados. Éste, es el caso de la visita que Felipe González realiza del 25 de julio al 2 de agosto.



Para cumplir su cometido, se tiene estructurada una apretada agenda de trabajo, coordinada por la SRE y la SEGOB, que incluye a las autoridades de los diferentes niveles de gobiernos, específicamente a la SEGOB, al INM, Grupos Beta, personal de Estaciones Migratorias, actores de la sociedad civil, iglesias y otros colectivos relacionados con el tema, incluyendo, dicho sea de paso, entrevistas que el propio Relator tenga con los migrantes en los diferentes sitios que visite.



Respondiendo a la segunda pregunta, es importante destacar esta visita y seguir los productos informativos que de ella emanen, ya que sin duda, será una invaluable aportación externa, que permitirá analizar la situación de los migrantes desde una perspectiva internacional, la cual seguramente, pondrá un énfasis en las falencias de la política migratoria nacional, aun con los recientes cambios implementados en ella.



El valor de este escrutinio, lejos de dejar en evidencia al gobierno mexicano, enriquece el debate y la futura aplicación de nuevas y mejores prácticas migratorias. Ya que, tanto la política, legislación y prácticas migratorias mexicanas, se sitúan en el ojo del huracán, tanto de fuerzas internas (nacionales) y externas (internacionales), las cuales son cada vez más ineludibles por parte de los gobiernos y a las que se requiere poner suma atención.



La visión que tiene una mecanismo internacional, siempre abunda en los tópicos concernientes, pues sin duda su labor es contrastar las acciones gubernamentales de unos y otros estados, logrando promocionar y proteger las acciones mínimas que se deben tomar por parte de estos, y más en una materia tan sensible, como lo son los derechos humanos de los migrantes.


[1] Comunicado Conjunto SEGOB – SRE. El Relator Especial sobre los trabajadores migratorios de la CIDH visitará México. 24 de julio 2011. http://www.sre.gob.mx/csocial/contenido/comunicados/2011/jul/cp_263.html

[2] Díaz, P. (2005). Acceso a los tribunales y debido proceso legal de las personas migrantes desde los estándares del sistema de protección de los derechos humanos. Seminario Internacional de Derechos Humanos de los Migrantes. Memorias del Seminario. México: SRE – Programa de Cooperación en Derechos Humanos México - Comisión Europea. pp. 220 – 239.

lunes, 25 de julio de 2011

SIN FRONTERA


Reportaje sobre las acciones hechas en un municipio de Puebla para tratar de frenar la migración infantil a través de actividades que den sentimiento de pertenencia a la comunidad.
Reportaje transmitido el 22 de julio de 2011 en programa "Punto de partida" de canal 2 de Televisa.

martes, 19 de julio de 2011

miércoles, 29 de junio de 2011

Inseguridad = desplazados internos.

Revisando en los medios nacionales e internacionales información sobre migraciones, llama la atención un fenómeno que si bien no existe a gran escala en México, si comienza a perfilarse: los desplazados internos a causa de la inseguridad, es decir, gente que tiene que dejar sus lugares de origen para trasladarse a vivir a otros sitios dentro del territorio nacional. En este texto, me propongo esbozar este panorama futuro que podría tener considerables implicaciones en el desarrollo del país.


Si bien es cierto que México tiene una activa movilidad migratoria dentro del territorio nacional, ésta se ha caracterizado por ser originada por motivos económicos principalmente y no por razones de inseguridad, lo que en un contexto de guerra contra el crimen organizado, no puede descartase, y más en algunas regiones como se verá líneas abajo.


La inquietud de este planteo surge al leer sobre la aprobación de una nueva ley en Colombia que devolverá alrededor de 7 millones de hectáreas de tierras robadas a sus propietarios –campesinos en su mayoría– durante el conflicto armado, en los últimos 25 años. [1] Indicando que la mayoría de estas persona al ser despojadas de sus pertenencias por miembros del crimen organizado, narcotraficantes o guerrilleros, tuvieron que huir a otros sitios dentro de Colombia.


Con esta ley, se devuelven las tierras y por ende se brinda la posibilidad de retornar a sus lugares de origen a aproximadamente 4 millones de personas forzadas a desplazarse y despojarse de sus bienes. [2] Colombia, desde hace algunas décadas, vienen presentando una de las tasas más altas de desplazados internos, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),[3] aumento propiciado entre otras razones, por los constantes conflictos armados, guerrillas y situaciones marginales de vida en algunas regiones de este país; situación diferente, pero no distante ni alejada a la que podría suscitarse en México por motivos similares como la inseguridad, delincuencia organizada y el narcotráfico.


Ya es visible, en específico en ciertos estados del país como Michoacán, Jalisco, Guerrero o algunos de la zona Norte, que se registren casos de despoblamiento parcial de varias comunidades rurales, que migran a ciudades más grandes en busca de una supuesta “seguridad” que encontrarán en otros puntos aparentemente con más protección ciudadana.


Me referiré explícitamente a dos ejemplos. El primero en la comunidad de La Laguna, del municipio de Coyuca de Catalán; Guerrero, en donde el pasado 13 de mayo, familias enteras, aproximadamente 100 personas, tuvieron que refugiarse en otra comunidad, Puerto de Ollas, por la violencia generalizada que se vive en esa zona serrana entre grupos criminales y el gobierno federal; estos últimos incluso incentivaron a la gente a salir de su comunidad para resguardarse y salvaguardar sus vidas. [4]


El segundo ejemplo, el poblado de Las Lomas, municipio de Jilotlán de los Dolores, Jalisco, cercano a la zona serrana de Michoacán, donde a finales del mes de mayo huyeron alrededor de mil habitantes, para protegerse de los cruentos enfrentamientos entre los grupos criminales: La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. [5]


Estos dos casos, no son la excepción en el país, podrían enumerarse diversos casos individuales y colectivos de ciudadanos que se ven forzados a cambiar de residencia nacional o incluso internacional, para huir de la inseguridad imperante en el país.


Hago referencia al texto de B. García (2010) sobre la movilidad en la época del movimiento independentista, en donde enuncia como la gente ante el conflicto armado, se movilizaba de ciudades o poblados pequeños más desprotegidos hacia ciudades medianas o grandes en busca de protección; la cual se podía proveer a sus ciudadanos.[6] 200 años después, vemos como esta misma situación se produce paulatinamente, aunque el movilizarse a alguna urbe ya no es garantía de seguridad, sino todo lo contrario.


Termino esta reflexión con dos puntos que quiero destacar, el primero: la debilidad en la salvaguarda del derecho que tenemos todos los ciudadanos de desarrollarnos en nuestro propio lugar de origen, urbano o rural, sin necesidad de trasladarnos y menos por motivos de inseguridad a otros sitios para buscar una mejor calidad de vida. Esta idea, reconocida en varios instrumentos de derechos humanos a nivel internacional, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, debe ser aplicada en el país.


Y segundo punto, es para enfatizar en las consecuencias que pueden generar el despoblamiento de zonas rurales del país, que abandonan un sector básico en la economía, el agrícola, cuyo descuido también a un plazo no muy largo, será un desafío para la seguridad nacional.


Debemos mantener un monitoreo constante de los desplazados internos en México, en este contexto de guerra contra el crimen organizado, siguiendo muy de cerca el ejemplo Colombiano.



[1] http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-13591860
[2] http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-13542244
[3] http://www.unhcr.org/cgi-bin/texis/vtx/page?page=49e492ad6

[4]http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/05/14/index.php?section=sociedad&article=004n1soc
[5] http://www.jornada.unam.mx/2011/05/29/politica/011n1pol
[6] García, M., B. (2010). Independencia nacional y movilidad espacial de la población. En Alba, F., Castillo, M., A., Verduzco, G. (2010). Los grandes problemas de México. Migraciones Internacionales. México: COLMEX. pp. 25 -64.

viernes, 24 de junio de 2011

LA FRONTERA DEL DEBER

Reportaje transmitido por el programa "Punto de partida" de canal 2 de Televisa el 24 de junio de 2011.

martes, 21 de junio de 2011

A la orden del día: las leyes estatales antiinmigrantes en los Estados Unidos.


Siguiendo los comunicados que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) publica en su página de internet, es visible como en los últimos meses, han surgido comunicados que reflejan la posición del gobierno mexicano ante leyes estatales migratorias en Estados Unidos (EE UU) cuya severidad debe alertar a los migrantes indocumentados.
El surgimiento de estas legislaciones, por supuesto no se originó de la noche a la mañana, es producto de las cada vez más acendradas tendencias antiinmigrantes, populares entre la ciudadanía estadounidense y que han llegado a transformarse en propuesta legislativa en las sociedades más conservadoras, las cuales, relacionan íntimamente a la inseguridad con la inmigración y más con la indocumentada.
Ante la imposibilidad del gobierno federal de los EE UU, en específico ahora del gobierno de presidente Barak Obama, las autoridades estatales han tratado de tomar cartas sobre el tema migratorio –cuya competencia es meramente federal– para instrumentar este tipo de legislaciones. Lo que refleja un quiebre entre el gobierno central y los estados en el tema migratorio.
La bien sonada política migratoria estadounidense parece no encontrar consensos a nivel federal, pero sí, en varios de sus gobiernos locales. Propiciando que se escape de la competencia federal el tema migratorio, y que exista una diversidad de legislaciones que den tratamiento asimétrico a la inmigración; situación que sin duda alguna afectará su política exterior y dentro de ésta, la relación bilateral con su vecino del sur.
Pues ante un escenario, en donde se comiencen a aprobar estas leyes estatales, el gobierno de México, tendrá que atender no a una, sino a varias políticas migratorias; dificultando enormemente la labor de protección de los mexicanos en el exterior, efectuada por la Cancillería.
Algunos de estos procesos legislativos están en papel, pero otros ya presentan un gran avance, y se han diseñado con un contenido muy similar a la conocida Ley SB1070 de Arizona, que aunque no fue aprobada en su parte sustantiva, aún continúa firmemente apoyada por este gobierno estatal.
A continuación, se enlistan las 4 leyes migratorias que están por entrar en vigor –o lo están– con una fuerte tendencia antiinmigrante, incluso en ciertos puntos rebasando el contenido de la SB1070. La información se extrajo de los Folletos de Información, que al respecto han elaborado los consulados correspondientes de la SRE; es la información a la que los mexicanos tienen acceso en cada estado y que en este blog debemos darle seguimiento.

Utah (Consulado de México Salt Lake City):
Desde marzo 2011 se está instrumentando un paquete legal para la inmigración en el estado, la Ley HB497, que entró en vigencia el 11 de mayo 2011, y tiene varios apartados marcadamente antiinmigrantes. Se pretendía dentro de esta ley incluir un programa de trabajadores temporales, acción que no se concretó.
En Utah, se creía que el estado otorgaría cierto número de visas laborales o para estudio, lo cual posiblemente suceda pero hasta el 2013, actualmente no está en vigor y siguen las mismas restricciones legales para residir en el estado.
Disposiciones más relevantes de la ley HB497:
- Si se es detenido por policías o algún sheriff, se pedirá identificación y bajo algunas circunstancias se solicitará justificar la estancia legal.
- Si se es detenido conduciendo un vehículo la policía podrá investigar la situación migratoria de todos los acompañantes para evitar la trata de personas.
- Si se transporta o alberga personas indocumentadas, será delito.
- Si se fomenta la entrada de inmigración ilegal en el estado, se penalizará.
- No se impondrá la portación de documentos, pero se recomienda llevarlos consigo.
- Cualquier empleado local o federal, podrá solicitar la situación migratoria al requerir algún tipo de servicio.


Las identificaciones válidas son:
- Licencia de conducir válida desde enero 2010.
- Identificación del estado de Utah I.D. Card.
- Cualquier identificación oficial de Estados Unidos que compruebe la estancia legal.


Se recomienda procurar:
- No cometer infracciones a la seguridad.
- Conocer leyes de tránsito y orden público.
- Evitar conflictos y discusiones en la vía pública.

Indiana (Consulado de México en Indianápolis):
El Congreso de Indiana aprobó la SB590 la cual pueden entrar en vigor el 1 de julio 2011, y sanciona la inmigración en el Estado.
- Si se es detenido, incluso por falta de tránsito, la policía podrá solicitarle documentación que compruebe su estancia legal.
- La matrícula consular no será válida para realizar trámites en Indiana, presentarla será una infracción, salvo cuando se haga a policías que investiguen un crimen.
- Transportar, alojar y ocultar a una persona indocumentada para obtener un beneficio será considerado un delito.
- Si se es testigo de algún crimen no se verificará su situación migratoria.
- Las empresas del gobierno de Indiana, comenzarán a utilizar el programa e – Verify.


Identificaciones válidas:
- Licencia de conducir válida del estado de Indiana.
- Identificación del estado I.D. Card.
- Pasaporte vigente.


Se recomienda procurar:
- No cometer infracciones a las leyes y reglamentos del estado.
- Informarse sobre la legislación.
- Evitar conflictos en vía pública.
- Conflictos de violencia intrafamiliar.

Georgia (Consulado de México en Atlanta):
Ley HB87:
Entrará probablemente en vigor el próximo 1 de julio 2011.
Disposiciones más relevantes:
- Si se es detenido, se podrán solicitar documentos de estancia legal, sino se cuenta con ellos se procederá al arresto.
- Los empleadores estarán obligados a comprobar la situación legal de trabajadores que laboren 35 horas o más a la semana.
- El uso de documentos falsos para trabajar será un delito grave castigado con 15 años de prisión, estoy incluye documentos a nombre de otra persona o documentos falsos.
- Transportar o albergar personas indocumentadas será delito.
- Si se fomenta el ingreso de personas indocumentadas, será penalizado.
- A partir del 2012 en oficinas del estado no se aceptará la Matrícula Consular de Alta Seguridad, pero sí en bancos o dependencias federales, por lo que se podrá seguir utilizando.
- Si bien la ley no impone la portación de documentos, es recomendable traerlos consigo.


Identificaciones validas:
- Licencia de conducir vigente en el estado.
- Identificación del estado I.D. Card.
- Cualquier identificación oficial que acredite estancia legal en el país.


Se recomienda procurar:
- Mantenerse informado.
- Respetuoso de las autoridades a la hora del arresto.
- No mentir ni dar información falsa.

Alabama (Consulado de México en Atlanta con concurrencia en Alabama):
Ley HB56.
Esta ley fue promulgada en junio 2011 y entrará en vigor el 1 de septiembre de este año.
Disposiciones:
- Si se es detenido y no se cuenta con documentos de legal estancia podrá ser arrestado.
- Podrá ser arrestado si maneja sin licencia de conducir.
- No se podrá pagar fianza para salir de la cárcel si se es indocumentado.

En cuestiones laborales:
- Al solicitar la renovación o licencia de negocio, se deberá comprobar legal estancia.
- A partir de abril 2012 los patrones estarán obligados a comprobar situación legal se sus empleados.
- Será delito subirse a un carro en vía pública al ser contratado en la calle, así como que los carros paren obstaculizando el tráfico.

En cuestiones de educación:
- Se solicitará al momento de la inscripción el acta de nacimiento de los niños, así como su legal estancia en el país.
- Si se es indocumentado no se podrá inscribir en universidades públicas del estado.

- La ley establece como delito, transportar, alojar, albergar a personas indocumentadas, incluso si son familiares.
- Será delito fomentar que personas indocumentadas ingresen a Alabama.
- Rentar una vivienda a sabiendas de su indocumentación.
- Estar en el estado indocumentado.
- Usar documentos falsos para solicitar servicios.
- Solicitar trabajo al ser indocumentado.
- Los contratos hechos con un indocumentado no tendrán validez legal.


Identificaciones validas:
- Licencia de conducir del estado.
- Identificación I.D. Card.
- Pasaporte mexicano con visa vigente y sellos de entrada.
- Cualquier identificación oficial de EE UU.


Se recomienda procurar:
- No contratarse en la vía pública.
- No obstaculizar la vía pública al contratarse en la calle.
- Informarse.
- Respetar a las autoridades.
- Respetar las leyes y reglamentos.

domingo, 5 de junio de 2011

200 años de migraciones.Parte 2





Y comenzó la movilidad.








Continuando con esta aproximación histórica a la migración en México, ahora toca el turno de abarcar el periodo que comprende de 1880 a 1920; es decir las décadas, circundantes a la Revolución Mexicana. El escritor Carlos Fuentes, en su participación en el documental Alma de México (Revolución y Renovación), menciona que este periodo, en especial el revolucionario, fue el comienzo de una gran movilidad: “el pueblo mexicano se relacionó consigo mismo, se rompió el aislamiento secular de México…en la Revolución los mexicanos se conocieron entre sí…los mexicanos por fin se encontraron, por fin se identificaron…”

Más, es preciso para aterrizar estas ideas, tener en cuenta un esbozo de los antecedentes que propiciaron estos cambios y transformaciones en la población mexicana. Tuirán & Ávila (2010) mencionan al respecto, que el panorama demográfico prerrevolucionario ya presentaba importantes movimientos hacia los Estados Unidos, los cuales provenían del Centro del país, pero que, principalmente tenían su origen en los estados norteños, que tenían ya, ciertos lazos económicos y sociales con el país vecino.

Son tres los grandes motivos que propiciaron la migración: la aparición del ferrocarril que comunicó al Centro del país con el Norte, las leyes de restricción para la inmigración asiática implementadas por EE UU a partir de 1882, que facilitaron la entrada a la inmigración mexicana, y el sistema de enganche, el cual dejaba en manos de particulares la contratación de los trabajadores. (Tuirán, R. & Ávila, L. 2010).

Esta mano de obra, fue proporcionada por los estados del Centro-Norte y Norte del país; en un panorama demográfico en donde el Centro mostró un gran dinamismo, al igual que diversos puntos del lejano Norte; sin embargo, la región Centro-Norte, disminuía su participación demográfica.

En esta última región, los hombres jóvenes, empezaron a emigrar hacia el pujante Norte o hacia los EE UU, pues como menciona Aboites: “Entre 1870 y 1910 la población norteña había crecido a un ritmo que ninguna otra. Había un nuevo norte, pues si no era provechoso estar en ciudades norteñas, se podría emigrar a Estados Unidos” (2010). Ello reflejaba, que la dirección de los primeros movimientos masivos de población tuvieron una connotación Sur – Norte (la cual prevalece hasta nuestros días); sin eludir, el significativo desplazamiento de indios mayas hacia Cuba, registrado durante la Guerra de Castas, iniciada en 1847.


Una vez iniciado el movimiento revolucionario, se puede abundar en las ideas de Fuentes; pues el panorama demográfico cambió radicalmente, ya que el conflicto social incluyó a las principales ciudades del país, grandes y medianas, por lo que, los desplazamientos internos fueron considerables y de la misma forma las migraciones internacionales hacia el vecino del norte. Tuirán & Ávila, identifican tres grandes oleadas de emigración: en 1912 con aprox. 22 000 mexicanos, en 1919 con 29 000 y, en 1920 con 51 000 emigrantes; demostrando un aumento exponencial en la movilidad.


Como cita Carlos Fuentes: la Revolución fue un momento en el que la población de diferentes regiones del país comenzó a interactuar entre sí por primera vez, “los mexicanos se conocieron entre sí”, más, como se puede apreciar, también iniciaron a relacionarse con las sociedades estadounidenses.

Indiscutiblemente, se aprecia un panorama en suma diferente al de 1810, donde la población se mantenía relativamente estática a pesar del conflicto social; ahora la población contaba con más medios para movilizarse, incluso, con las condiciones para salir del país. Y, son precisamente estos grandes flujos de emigración, uno de los factores que ocasionaron la disminución radical de la población durante todo el movimiento revolucionario, el cual, en 1910 registró 15.1 millones de habitantes, y para 1921, se contabilizaron alrededor de 14.3 millones.


A pesar de que la migración México – Estados Unidos, tiene rastros que datan desde la mitad del siglo XIX, el movimiento revolucionario fue un desencadenante ineludible al momento de aproximarnos a la historia de estos flujos, en donde se fueron urdiendo las redes sociales, que hasta hoy mecanizan este fenómeno binacional. De este periodo en adelante, vendrá una etapa de altibajos en los flujos migratorios, que vale la pena mencionar en entregas posteriores.






Bibliografía:

Aboites, A.L. (2010). Movimiento de población, 1870 – 1930. ¿La reanimación del centro y el crecimiento del norte forman un nuevo país? En Alba, F., Castillo, M., A., Verduzco, G. (2010). Los grandes problemas de México. Migraciones Internacionales. México: COLMEX. pp. 65 – 92.


Tuirán, R., Ávila, J.L. (2010). La migración México – Estados Unidos 1940 – 2010. En Alba, F., Castillo, M., A., Verduzco, G. (2010). Los grandes problemas de México. Migraciones Internacionales. México: COLMEX. pp. 93 – 134.


CONACULTA (2010). Documental Alma de México. Capítulo X Revolución y Renovación. URL:
http://www.youtube.com/watch?v=J83b9NGa0zw

martes, 31 de mayo de 2011

200 años de migraciones. Parte 1

La movilidad demográfica en los primeros años del México Independiente.



“Al romperse la paz y la seguridad corporativa del periodo colonial se empezaron a ver fenómenos que hasta entonces habían sido poco frecuentes: las migraciones hacia ciudades en busca de seguridad…”
Bernardo García.





En esta frase, se puede resumir el texto de Bernardo García sobre la situación demográfica, en específico la migratoria de los primeros años de la vida del México independiente. Sin duda, un texto muy sugerente, el cual provee interesantes aportaciones que nos permiten conocer el desarrollo de los procesos migratorios en el país.






En las siguientes líneas, me propongo a desmenuzar la frase de B. García comparándola con la situación demográfica vigente en el México del siglo XXI, enfatizando en la importancia de las migraciones internacionales.


En sintonía con el autor, es importante partir de los periodos previos, que nos permitan apreciar la situación demográfica pre independentista. Señalando que, el mapa de la Nueva España extenso geográficamente, se caracterizaba por tener asentamientos humanos de muy diversa naturaleza, cuyos orígenes dependían generalmente de ciertas actividades económicas, su composición étnica o de la conformación de las haciendas.


Es así, como existían asentamientos mineros, gremiales, ayuntamientos, pueblos de indios o las denominadas haciendas; todos ellos teniendo en común una forma de organización corporativa, la cual, proveía de seguridad a sus miembros; por lo qué, la movilidad demográfica era la excepción y no la regla en el periodo colonial. “La concentración de la población operaba como freno a la movilidad” (García, 2010).


Es decir, los novohispanos tenían que unirse a una corporación, para satisfacer sus necesidades, pero también tributando dentro de ésta. Lo que refleja, que la población a la que hacemos referencia, tendía a agruparse más que a dispersarse; aunque se debe acotar, que estas concentraciones eran pequeñas, pues la población pre independentista era rural de un 85 a 90% aproximadamente, con un total nacional de aprox. 5 millones de habitantes.


En el mapa novohispano, se concentraba la mayor carga demográfica en el Centro del país, extendiéndose a algunas regiones del Centro –Norte, que acumulaban la riqueza minera; el Norte, era una extensa región inhóspita, al igual que bastas zonas del sur. Entonces, es en las regiones Centro, Centro-Norte de la Nueva España, fueron en las que se presentaron las características antes mencionadas.


Esta situación demográfica se vio afectada, con el inicio del movimiento de 1810, pues los conflictos sociales propiciaron la movilidad, muchas veces involuntaria, de ciertos sectores de la población. “En el panorama general del país, hay que anotar que las contracciones y alteraciones inducidas por la guerra de independencia llevaron a infinidad de casos de desarraigo o desplazamiento” (García, 2010).


Los desplazamientos humanos, en su mayoría de varones, secundados por las mujeres, se propiciaron cuando éstos se encontraban dentro del conflicto a través de la milicia, la insurgencia o la leva; o bien, decidían huir de los asentamientos sitiados o de fenómenos característicos de la época como el bandolerismo.


Un vez terminado el conflicto independentista en 1821, y ante el surgimiento del nuevo país, la situación demográfica fue cambiando poco a poco, configurándose un panorama en donde la población ya tenía un libre desplazamiento por el país, con las limitantes de la época; como lo remarca B. García “Sin duda la independencia de México marcó un hito en la historia demográfica del país e introdujo cambios en los patrones de movilidad…” (2010).


En el ensayo, B. García enlista los que a su parecer considera son los factores políticos, sociales o económicos que tuvieron que ver con el cambio del panorama demográfico, destacando: a la abolición de la esclavitud, a los cambios en la tenencia de la tierra, al nuevo régimen laboral, y al surgimiento de ciertos polos de atracción económicos, mineros, fabriles, urbanos, inclusive eclesiásticos.

El análisis de estos factores (enunciados por el autor como fenómenos), corroboran la tendencia a la movilidad interna de la población mexicana en los primeros años de independencia, que aún no presentaba patrones considerables de migración internacional.


Con el texto de B. García se puede profundizar en el contexto demográfico de los primeros años de independencia, más, como se propone líneas arriba, la intención avezada de este escrito es traslapar el panorama demográfico independentista con el actual; inquietud que surgió al leer y analizar este texto, el cual arroja diversas líneas de comparación.


Primero que nada, me interesa rescatar el contraste poblacional existente después de 200 años del México independiente, un rango que va de aproximadamente 5 o 6 millones de mexicanos en la primera etapa, según estimaciones del autor, a aprox. 112 millones de habitantes, según estimaciones del último censo del INEGI 2010.


La composición de la población, también ha cambiado radicalmente, como se menciona arriba, alrededor de los años de la independencia la relación era aprox. 85% rural y por ende 15% urbana, concentrándose este último porcentaje en muy pocas ciudades de Centro y Centro-Norte del país. En la actualidad, México es un país con población mayoritariamente urbana con un 77.8%, frente a un 22.2% de población rural (INEGI, 2010). Hay una gran transformación en el extenso periodo de tiempo que abarca este trabajo, que sin duda obedece a múltiples causas, suscitadas a lo largo de la historia nacional.


En la actualidad, la urbanización abarca medianas y grandes ciudades, que se encuentran concentradas en el Centro del país, integrándose la región del Occidente, Norte y algunos casos del Sur, como regiones con grandes concentraciones demográficas; lo que demuestra, que la población se ha extendido a todo el territorio mexicano.


Ya en la frase que encabeza este escrito, se lee como los movimientos demográficos con la Independencia comenzaron hacia las ciudades, en busca de la seguridad que estás podían proveer, en cuestión alimentaria, de salubridad, de vivienda, de seguridad pública, entre otros aspectos básicos de la vida en sociedad. 200 años después, parece ser que esa búsqueda, desde hace ya varias décadas, no alcanza a permear a toda la población del país, propiciando, junto otras causas, la aparición de la migración internacional, como una “válvula de escape” a esa población que no encuentra cabida en México.

Es así como la migración internacional, se vuelve un fenómeno relevante en la historia del país, que se ha nutrido de la vecindad que se tiene con Estados Unidos.


Esta somera reflexión, no pretende sino dar visos del gran contraste demográfico que acontece en dos siglos de independencia de México, el cual por supuesto, requiere matizarse con sumo detalle.




García, M., B. (2010). Independencia nacional y movilidad espacial de la población. En Alba, F., Castillo, M., A., Verduzco, G. (2010). Los grandes problemas de México. Migraciones Internacionales. México: COLMEX.



El link donde se puede encontrar el ensayo es el siguiente:















lunes, 30 de mayo de 2011

Los costos de la discreción en materia migración

Desde hace varios días vengo siguiendo en el periódico La Jornada, la noticia de la huelga de hambre que mantienen en el CERESO No. 3 de Chiapas un grupo de once inmigrantes , el motivo a grandes rasgos, se debe a la marcada “discrecionalidad” que se reserva el INM en sus acciones.

La acción que desencadenó que estos inmigrantes, nueve cubanos, un dominicano y un guatemalteco iniciaran con esta protesta física, se remonta al pasado 3 de mayo, cuando en la Estación Migratoria Siglo XXI de Tapachula, Chiapas, se presentó un motín entre los inmigrantes asegurados y agentes del INM, provocado por el traslado “repentino” de dos inmigrantes cubanos a la ciudad de México. En esta revuelta, los 11 ahora huelguistas, con otros compañeros más lograron salir de la Estación, pero de inmediato fueron reaprehendidos por las autoridades migratorias; ya no como asegurados y sí como delincuentes con cargos como daños a propiedad ajena y al orden público en el recinto que ocupaban.

Por la nueva situación que estos inmigrantes presentaron, se les trasladó al CERESO No. 3 de Tapachula, donde fueron consignados, es ahí donde iniciaron con la huelga de hambre, denunciando la flagrante arbitrariedad que se reserva el INM en sus actos.

Sin duda, esta situación presenta varias aristas interesantes de análisis, pero en estas líneas pretendo enfocarme a un aspecto característico de la política migratoria y sus ejecutores en el país, que es la discrecionalidad casi a ultranza que persiste en México, aun a pesar del “modelo democrático” que pretende seguir el gobierno en turno y de los cambios en materia migratoria que recientemente se han aplicado.

Ya desde la Constitución Política, en el tan controversial Art. 33, se enuncia la “facultad exclusiva” del presidente para decir sobre la expulsión de los extranjeros que considere nocivos para el país, sin especificarse las características de este proceso. Y esto es todavía más notorio en la Ley General de Población y su Reglamento, donde se reservan considerables cuotas de discrecionalidad tanto al ejecutivo, como a los órganos competentes para decidir en temas básicos de la política migratoria, aspectos como el ingreso, expulsión, refugio, asilo, etc.

En una supuesta democracia como México, donde es evidente la ineficiencia de INM para ejecutar la política de inmigración, es conveniente preguntarse si esas grandes cuotas de discrecionalidad que se reserva el ejecutivo, dentro de este específicamente la SEGOB junto al INM, no deben ser reducidas. En una coyuntura también, donde desde el gobierno federal se pugna por la prevalencia de los derechos humanos de todo individuo en territorio nacional.

¿No se corrompen los derechos humanos al existir excesiva discrecionalidad? Al menos esta pregunta puede tener una respuesta afirmativa en el caso de los once inmigrantes en huelga de hambre en Tapachula, ya que, desde un inicio se puede demostrar como el motín se propició por la supuesta inconformidad de los inmigrantes asegurados al traslado de dos de sus compañeros cubanos a otra estación de la Ciudad de México en forma repentina y arbitraria, es decir, los inmigrantes asegurados tienen escaso o nulo conocimiento del proceso que se les está siguiendo, de lo que pasa con ellos, si serán deportados, expulsados o entrarán en algún otro estatus.
Huelga decir que cada inmigrante asegurado tiene su propio proceso, pero ¿No tienen derecho a saber sobre su condición? ¿Sobre cuánto tiempo permanecerán en esa situación? ¿Cuándo serán trasladados? entre muchos otros detalles procesales de los cuales debe ser parte fundamental el sujeto asegurado.

La mayor parte de esta información, continúa ampliamente reservada a las autoridades migratorias, con el fundamento reiterado de la “discrecionalidad” que aparecen en la legislación migratoria existente en el país, incluso en las nuevas modificaciones. Si bien es cierto que, ciertas dosis de discreción son válidas para tomar decisiones gubernamentales en materia migratoria, esta debe acotarse y delimitarse para no causar transgresiones considerables a la democracia e ir en contra del principio fundamental de los derechos humanos.

Este afán de discrecionalidad impreso en la legislación mexicana, pareciese relacionarse más con una indefinición en el manejo de la propia política migratoria y sus temas más sensibles, pues de no existir este recurso de la discrecionalidad, o ésta fuera más reducida, seguramente se evidenciaría con más nitidez la ineficiencia de las instituciones migratorias.

Seguiré con este caso que tiene tela de donde cortar.

miércoles, 23 de febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

CONFERENCIA MAGISTRAL DE ANTONIO VILLARAIGOSA



El 27 de noviembre de 2009 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco se celebró la conferencia magistral de Antonio Villaraigosa, alcalde de la ciudad de Los Ángeles, California. Este acto fue dentró del marco de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara. Villaraigosa es el primer alcalde de origen latino en Los Ángeles.




A continuación presentamos la transcripción de dicha conferencia.








RETOS ACTUALES DE LA RELACIÓN ENTRE ESTADOS UNIDOS Y MÉXICO
(Ponencia no titulada por parte de su conferencista)

La ciudad de Los Ángeles, es simple y llanamente inconcebible sin su relación con México, ciertamente tenemos en casa algunos que lo niegan. Tenemos personas que prefieren imaginar que la historia de California empieza con la fiebre del oro, yo creo que incluso les costaría creer que Los Ángeles fue producto de la Inmaculada Concepción. Ante esos negadores de la Historia, yo siempre acostumbro informarles la siguiente noticia: nuestros padres fueron mexicanos.
En 1781, curentaycuatro pobladores de Sinaloa llegaron a un sitio apacible a beber de las frescas aguas de un rio de esperanza y decidieron que era un buen lugar para esculpir una nueva vida. Hoy en día, el pueblo de Los Ángeles sirve como hogar para la población más grande de origen mexicano fuera del antiguo Valle de México.



Estados Unidos (EUA) no podía seguir distrayéndose mientras su vecino, socio y amigo México está batallando con un conflicto que le corresponde a los dos, ignorando todas las lecciones que ha dado la Historia, nuestra política continua naufragando al otro lado del mundo en las montañas de Afganistán mientras se libra una guerra de drogas a lo largo de nuestra frontera Sur. Tan sólo el año pasado murieron más mexicanos en esta guerra que el número total de bajas en combate que sumó EUA en Irak desde la invasión del año 2003. Tanto la economía mexicana como la americana han sido afectadas por la avaricia de Wall Street y además comprendemos que los temblores en EUA provocan terremotos más anchos en México, nuestra crisis engendra nuestra calamidad. El PIB mexicano el mes de junio había descendido un dramático 9.7 %.

Como alcalde de la comunidad mexicana más grande en EUA quiero decir: ha llegado la hora de volver a poner en primera fila como tema urgente de interés nacional.
Todo ello que comienza con los líderes políticos mexicanos y americanos, debemos de dejar de ser tan amables, tenemos que ser groseros, más fuertes para fortalecer la relación entre México y EUA.



En un tiempo cuando tantos políticos hablan de muros, con un país que hemos compartido una frontera por cientos de años y de poseer un territorio que antes le pertenecía, es ridículo hablar de muros y no hablar de puentes de la oportunidad de tener una frontera con México, lo que viene con esa oportunidad, la riqueza que tenemos en ambos lados de la frontera. Tenemos que encabezar la acusación contra el proteccionismo, los hechos ahí están. Todo incremento comercial entre EUA y México generalmente resulta en una situación de doble triunfo para personas de ambos lados de la frontera. Hoy somos mercado para el 90% de las exportaciones mexicanas, mientras tanto, los EUA somos fuente del 60% de las importaciones mexicanas. Pero tenemos que lograr que el pueblo estadunidense lo entienda: nosotros perdemos si flaquea nuestro principal cliente. Más que eso, tenemos que apuntalar el tema de la inversión directa, la más demandante políticamente, argumentando en favor de una integración más profunda a través del TLC en una más amplia comunidad norteamericana con estrategias comunes dirigidas así a los retos continentales del crimen, la migración y el terrorismo. Tal como hizo la Unión Europea con España, Portugal y Grecia, así nosotros también deberíamos invertir directamente y a largo plazo en México. Sabemos que nada de eso es posible si persisten las condiciones de la guerra contra el narcotráfico en México. Desafortunadamente hasta hora los aseadores de la política estadunidense han tenido una mirada estrecha en cuanto podríamos frenar la violencia que se desborda por la frontera. Créanme, se va a necesitar mucho más que dos helicópteros. La verdad es que los cárteles mexicanos del narcotráfico ya dominan al mercado de las drogas al mayoreo en EUA. Ellos obtienen el 70% de su ingreso con tan sólo la importación que hacen al Norte de marihuana



Una vez por todas aceptamos otra dura verdad: nosotros en EUA somos quienes estamos enriqueciendo a los cárteles. Para citar al Presidente Obama “la guerra contra el narco en EUA ha sido un fracaso total, es tiempo de preguntarnos de qué manera podremos reescribir la ecuación económica”.
En mi estado natal nuestro sistema carcelario se ha hinchado con una gran población de reos, no hay ningún estado y pocos países que encarcelan a tantas personas, uno de cada cinco cumplen condenas por crímenes relacionados con drogas. Con el estado de California en quiebra quizá sea hora de asumir el reto político y preguntarnos si acaso no habrá otra alternativa más inteligente que la pura prohibición, por lo menos debemos asumir la responsabilidad por el hecho de que son nuestras políticas que han formado a los cárteles. Según nuestro propio buró norteamericano de alcohol, tabaco y armas de fuego el 90% de las armas utilizadas en México por los cárteles en contra de los propios mexicanos provienen de EUA. Ahora bien, con toda claridad se trata de un problema complejo que requiere un paquete comprensivo de soluciones, pero yo les puedo decir por donde podemos comenzar: podemos comenzar por volver a poner en vigencia la prohibición federal de todas las armas de asalto estilo militar; este tipo de armamento representa un claro y presente peligro para las ciudades estadunidenses y para México. Ya que estamos en ello, necesitamos trazar una real arena durante el año 2010. Ya no podemos aceptar un “no” como respuesta a una reforma migratoria comprensiva, que este año marque la posibilidad de sacar a esos 12 millones de hombres y mujeres de la sombra.



Mi abuelito llegó a Los Ángeles en 1903 siendo un niño que venía de León, Guanajuato. Tenía poco dinero y poco inglés, pero llegó a Los Ángeles absolutamente enriquecido con la necia creencia mexicana en el valor de trabajo. Pero eso ha sido desde siempre la historia de Los Ángeles. A lado de mis abuelos vivían inmigrantes que venían con un sueño, había familias que huían de la pobreza en busca de la clase media. Había familias que venían del medio Oriente, atravesaban océanos y desiertos, venían de los campos, había de todas las culturas, y homosexuales y heterosexuales, jóvenes y viejos, choferes y maestros. Tal como los que llegaron este año, haciéndonos cada vez más fuertes y recordándonos que el sueño estadunidense es real.
Luego de doscientos treinta años de fortaleza, la comunidad mexicana-americana finalmente alcanza su madures en los EUA y con esa confianza y mayoría de edad tiene una nueva responsabilidad.



Mucha gente ha celebrado que soy el primer alcalde de origen mexicano, y yo he dicho no están importante, lo importante es que muchos me van a seguir, y el papel del primero es abrirle las puertas de oportunidad a los demás, la responsabilidad de recordar quiénes somos y de dónde venimos, encarnar el espíritu inmigrante.



Yo no puedo hablar muy bien el español, pero nunca he dejado de defender al inmigrante, al pobre, a la gente que viene a los EUA ya sea mexicana, sea rusa o de cualquier otro país. He sabido que tengo una responsabilidad de defender a los inmigrantes y de siempre recordar a este gran país, que EUA es un gran país no por su protección, no por cerrar las fronteras, EUA es el país de sueños porque hemos invitado a los inmigrantes y ellos han construido mucho a nuestro país y le han dado vida, y realizan la noción del poeta de dormir menos para soñar más, y de forjar una nueva relación con la tierra de nuestros abuelos, una asociación basada en el respeto, la historia común y el destino compartido.

Muchas gracias,