viernes, 6 de enero de 2012

Un filósofo comunitario

El trabajo social ha sido constante en la vida de Juan Manuel Orozco, estudiante de la Licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales del ITESO. A sus 23 años ya tiene experiencia en el apoyo a comunidades vulnerables, en especial a migrantes, al haber hecho un voluntariado en el sureste mexicano e incluso en Madrid, España, en donde estuvo un semestre.

Desde la preparatoria, que cursara en el Instituto de Ciencias, su perfil ya estaba marcado: todos los años se fue de misiones, en su último ciclo escolar participó en la sociedad de alumnos y organizó eventos de apoyo, como un concierto de beneficencia para los damnificados del huracán Stan en Chiapas, en 2005.

Al terminar la preparatoria obtuvo la Beca de Excelencia Humana para cursar su carrera en ITESO. Sin embargo, decidió posponer su entrada a la universidad e irse un año de voluntario al sureste mexicano, a través del Servicio Jesuita de Jóvenes Voluntarios. Su trabajo se enfocó al apoyo de migrantes en albergues de Coatzacoalcos, Veracruz; Arriaga, Chiapas, e Ixtepec, Oaxaca.



"Me di cuenta que no entendía un carajo de lo que pasaba en el mundo. Llegué allá y me encontré con una realidad muy inhumana: era una cosificación de las personas impresionante, eran nada más números y posibilidades para sacar dinero".

En este punto decidió cambiar las letras por la filosofía e ingresó a la Licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales en el ITESO (www.blogs.iteso.mx⁄filosofia⁄): "Me di cuenta que la realidad tiene un trasfondo, que no era como parecía, y con todo este bagaje quise entender qué fregados pasaba y en la filosofía había un modo más propio de acercarme a lo que pasaba con las personas, con el mundo, con la política, con la migración, con la esperanza, con la capacidad de darse de las personas también".

Durante algunos años Juan Manuel formó parte del Equipo de Apoyo a Migrantes Indígenas (EAMI) del ITESO, desde el cual trabajó con los mixtecos de la colonia Ferrocarril.

En 2009 decidió hacer un semestre académico en la Universidad Autónoma de Madrid, en España, la que sería su primera experiencia internacional. Su intención, recuerda, era "hacer filosofía" desde otra visión: "Encontrarme con otros modos de vida que pudieran enriquecer mi forma de enfrentar al mundo".

En Madrid, además de cursar tres materias de su carrera, continuó con su labor social con migrantes y se unió al Centro Pueblos Unidos (www.pueblosunidos.org⁄), también de los jesuitas.

Juan Manuel, una vez que termine la carrera, no quiere ser un "filósofo de oficina", sino que le gustaría dedicarse a la academia y la investigación, así como seguir con el trabajo comunitario por medio de la educación popular.


Texto tomado de: www.iteso.mx